Si usted decide hacer negocios en internet, necesita tener algún tipo de seguridad para proteger su información y la de sus visitantes de los hackers y el malware. Una opción que los dueños de sitios web querrán considerar es proteger sus páginas web con un firewall de aplicación web.
Un Firewall de Aplicación Web (WAF, por sus siglas en inglés) es un plug-in para servidor o filtro económico que ofrece seguridad nivel empresarial y vigila los distintos tipos de interacciones que se llevan a cabo en un sitio web de usuario. Un WAF analiza las conversaciones e interacciones, y detecta si hay intenciones maliciosas y/o potenciales amenazas de ataque. Si se encuentra alguna amenaza, el WAF puede bloquearla y garantizar que la información de su sitio web permanezca segura y privada. Básicamente, un WAF controla todo el tráfico de la red y puede servir de campo de fuerza alrededor de su sitio web en línea.
Las investigaciones han demostrado que casi la mitada del tráfico web puede ser generado por robots (por ahora solo disponible en inglés) y no por humanos. Generalmente, los robots vienen con intenciones maliciosas y pueden ocasionar efectos negativos a los sitios de los usuarios. A nadie le gusta ver que la fuente principal de tráfico de un sitio web venga de robots. Los WAF pueden garantizar que los robots permanezcan alejados y que sean los humanos quienes ingresen a las páginas.
En marzo 19 de 2013, SiteLock agregó WAFs a su servicio de seguridad para mejorar su ya poderosa vigilancia de sitios y servicios de detección. SiteLock ofrece una configuración fácil y simple para todos los usuarios, la cual identifica vulnerabilidades y protege contra amenazas. Con WAFs, los usuarios no tienen que tomar muchas decisiones en el proceso de configuración, y pueden tener la seguridad de que su sitio está protegido contra amenazas, sean conocidas o desconocidas.
Los hackers han estado al acecho desde la creación de las computadoras. A menudo, los dueños de pequeñas empresas con poca presencia en línea creen que no necesitan mucha seguridad porque suponen que los hackers prefieren sitios de bancos, del gobierno o de grandes corporaciones. En realidad, los pequeños sitios web son algunos de los más atacados del mundo en línea ya que los hackers tienen menores dificultades con ellos para robarles información valiosa.